sábado, 10 de octubre de 2015

Mi paso por El Festival de Córdoba 2015

Ya se ha convertido en una cita ineludible para nosotros (mi mujer Eva y yo) y este año no podíamos faltar porque además se celebraba su décimo aniversario. El Festival Internacional de Juegos de Mesa de Córdoba ha tenido lugar este año el fin de semana del 2 a 4 de octubre y allí que nos dirigimos dispuestos a probar novedades y ver a nuestros amigos y conocidos lúdicos.


Para mí lo más interesante de unas jornadas como éstas es poder probar novedades y muchos prototipos así como compartir mesa con esos jugones que apenas puedes ver durante el resto del año porque viven más allá de Despeñaperros.

Con estas ideas emprendimos la marcha. Además iba con la sincera intención de darle oportunidades a los euros, esos jueguecillos que a tanta gente les gustan.

Bueno, bromas aparte ahí va la crónica del Festival.
 


El viernes llegamos por la tarde y empezamos con una de las últimas novedades, Terra. Tenía mucho interés es probar éste y compararlo con Fauna por un proyecto que intento desarrollar en el centro escolar en el que trabajo. La mecánica es exactamente la misma en ambos juegos pero la dificultad de Terra es algo superior porque las características que hay que adivinar no son tan intuitivas o fáciles de imaginar como en Fauna. El juego es entretenido, Me sirvió para encajarlo dentro de este proyecto que he mencionado. La victoria fue para Eva tras una espectacular remontada. Jugó a la somarda, como un Slaneesh cualquiera en Caos en el Viejo Mundo (¡ay, ese poder de seducción!).

Alejandro, Silvia y Eva, la flamante campeona
El resto de la tarde noche la dedicamos darnos una vuelta por el recinto y ojear todo lo que había de nuevo e interesante. No probamos nada nuevo pero tomamos buena nota de lo que nos apetecería ver al día siguiente. Eso sí alguna partida echamos, aunque fuera a algún juego conocido. Fue el caso de Huida de Silver City.

Eva y yo durante la partida

Lo probamos en su edición primigenia (guiño cthulhuliano), es decir la de tablero pequeño, casillas ultra pequeñas y sin figuritas. Yo conocía de sobra el juego pero mis acompañantes no, así que no dudé en enseñárselo. Todos hicieron las mismas críticas que hemos hecho prácticamente todos desde que salió el juego, pero a pesar de ello, les gustó mucho, la verdad es que fue una partida emocionante. Al final morimos todos menos Silvia que tenía una carta de infección. Escapó por el embarcadero y resulta que...¡estaba infectada!. Me recordó al final de 20 meses después, ¡qué momentazo!

Alejandro y Silvia muy atentos a la explicación (el otro soy yo)
No hubo tiempo para más. Cena cordobesa y a la cama que llevábamos desde muy temprano danzando.

El sábado es el día grande así que allí estábamos, en la puerta, esperando a que abrieran para poder entrar. Le echamos valor y asistimos a la ceremonia de entrega de premios.

Nuestro selfie a la entrada del recinto (sin saber muy bien donde mirar)
En la web de Jugamos Todos podéis ver los premiados pero yo destacaría tres cosas de la ceremonia. La primera es el ganador del premio Colt Express, un juego muy vistoso, sencillo y con el que pasas un buen rato. Para lo que es esta categoría creo que ha sido una buena elección. Lo segundo que destacaría es la serie de vídeos que pudimos ver en varias entregas de reconocidos personajes del mundo lúdico, incluidos autores de renombre, que felicitaban al Festival por su aniversario (momentazo el de Reiner Knizia, un crack). En tercer lugar creo que merece una especial mención el hecho de que no haya habido premio al mejor canal, blog, plataforma, portal,...en la red sobre juegos. Ha habido grandes ilustres en esta categoría y lo he echado mucho de menos. Yo iba absolutamente convencido de que le darían el galardón a Análisis Parálisis. En fin, no se que ha pasado.

El ganador: Colt Express

La plana mayor
Terminó la entrega de premios y salimos a jugar, que ya iba siendo hora. Como ya os he dicho venía dispuesto a darle una oportunidad a los euros así que cogí a los amigos Julián y Camy y nos decidimos a probar un La Granja. Aquí es donde nos dimos de bruces con el clásico error: nadie sabía jugar salvo Julián, que lo había hecho un par de veces, y tuvo que leerse las reglas, total casi toda la mañana "perdida". 

Julián a punto de tenerlo todo claro y Camy...no tanto

No pudimos echar más de dos turnos así que poco puedo decir del juego. No vi nada especialmente novedoso, salvo unos tableros personales con recortes para encajar las cartas y dejar visible solo la parte que interesa (las cartas se pueden jugar de cuatro formas distintas). Es imposible sacar ninguna conclusión de un euro con solo dos turnos, pero destacaría la mecánica de las carretas y la colocación de la mercancía en los puestos del mercado central que influye sobre los puestos controlados por los rivales. Nada más que añadir. 



El humor no lo perdimos, eso sí
Luego más paseos por los estands y tiendas (saludo obligado a Alejandra y Aarón de Jueos de la Mesa Redonda), saludos a varios personajes del mundillo, como Alejandro de Océanos de Juegos. Después apretó la gusa y a comer.

En buena compañía se come mejor siempre y aquí os dejo el retrato del momento (casi como una última cena, niño).

La "casta lúdica" sevillana.
Con las energía renovadas (vamos, con la panza llena) volvemos a la batalla. No se me olvidó llevar mi copia de Omertà para que el gran Rodrigo González, Rod, me la firmase, no se me iba a escapar vivo. Una dedicatoria muy especial y yo más contento que unas castañuelas.


Tocaba el turno de algo nuevo y allí fuimos a que nos enseñaran el Dark Frontier. Según las propias palabra del editor de Blauberry un Living Card Game español, ma non tropo (esto es mío no del editor). Se trata de un juego de cartas pensado para dos pero que se puede extender a cuatro o incluso jugar en modo solitario. Sus mecánicas beben, como todos los juegos de cartas, de las de magic, pero tiene sus grandes, e interesantes, diferencias. Para empezar cada jugador tiene su mazo dividido en dos uno con tropas y cartas para hacer daño y defender y otro para generar recursos. En cada turno se roba una carta de cada mazo. 



No es un juego de cartas al uso en el que el objetivo es eliminar al contrincante. Viene con un extenso libro de escenarios (descargable en pdf) que propone a los jugadores diferentes objetivos durante la partida, al margen de que hay varias condiciones de victoria y derrota no solo una. También hay diferentes razas o facciones que hacen que tenga su dosis de asimetría, algo muy de agradecer en este tipo de juegos. Las sensaciones son muy buenas, le vi puntos de originalidad, la temática me encantó, al igual que el arte de las cartas. El único inconveniente es el tema lgc. Según tengo entendido no será como el resto de lcg a los que estamos acostumbrado, no tendrá expansiones periódicas pero sí que las habrá. De momento tendrá que esperar para su adquisición, pero no lo descarto.


Muy atentos a la explicación (¿a que parece que nos estamos enterando?)

Después volví a pillar a Rod, pero esta vez en calidad de editor de Holocubierta para que nos enseñara Arcanya: Magic Academy. Yo ya lo jugué en las TdN y me encantó, en especial el modo avanzado y estaba seguro de que a Eva le encantaría, así que allí nos dirigimos. La partida fue a ocho jugadores, incluyendo a dos chavales pequeños, para los que este juego funciona perfectamente. No voy a comentar mucho sobre Arcanya porque ya lo hice en una reseña anterior, tan solo diré que acerté en cuanto a que a Eva le encantaría (este cae seguro, jeje).



Con el gran ambiente que había en el Festival de fondo, era turno de probar algún prototipo y había visto este cartelito en la zona de protos.


Como comprenderéis no me pude resistir y me senté. Me dijeron que esperásemos a ser cuatro. Inmediatamente fui a la caza de un par de compañeros pero no tuve éxito, todos ocupados. Así que me quedé con las ganas. Al menos unas fotillos pude tomar. Por cierto, el juego se llama Day Night Z.


Las figuras eran espectaculares y llenas de detalles

Y así fue pasando la tarde y llegó la noche. Estábamos un poco cansados y lo único que jugamos fue un Fauna, para recordar la idoneidad para mi proyecto y un Símbolo Arcano. Éste último le encanta a Eva y nos acompañaron Julián y mi tocayo Luis, de la tienda ¿Jugamos Una?. Un juego al que siempre me gusta jugar y del que podéis ver una partida en el canal de youtube.


A cenar y a descansar que quedaba un día más. Antes os dejo con un detalle del ambiente que había.


"Mi reino por una silla"

El domingo quise probar algún juego que podía encajar en ese proyecto que tengo y nos decidimos a jugar a CV. En este juego tienes que ir desarrollando la vida de una persona desde su infancia hasta la vejez. Para ello se van comprando cartas que van saliendo de tres mazos que representan tres épocas de la vida: juventud, madurez y vejez. Para comprar lanzas unos dados y tienes que ir reuniendo símbolos que te permitan adquirir las cartas que en ese momento están en juego. Dichas cartas también te dan símbolos para comprar cartas, con lo que puedes ir mejorando tus posibilidades y sobre todo vas ganando puntos para completar tu objetivo vital (una carta que se roba al principio). El juego está bien, pero tampoco es una locura. Se trata de un juego de dados con un poquito de deck building que no terminó de entusiasmarme, prefiero otros parecidos con otra temática. Tampoco lo vi adecuado para mi proyecto.

Eva en un momento de la partida

Después llegaron algunos amigos y vino el gran momento de la mañana: la hora de probar prototipos de los buenos. La noche anterior había estado hablando con Rod y me había enseñado por encima alguno de los prototipos que había traído. Entre ellos estaban Rookie Heroes, el que ha presentado al concurso de AP y el Dice Drivin del que ya tiene firmada su publicación. Quedamos en probarlos al día siguiente y eso hicimos.


Empezamos con Rookie Heroes. En este juego tomamos el papel de un héroe novato que va a ser reclutado por el equipo de súper héroes veteranos. Solo hay un puesto en el grupo y hay hasta cuatro posibles candidatos. La forma de demostrar los méritos para ser admitidos es resolver misiones de diferente índole por toda la ciudad. Nuestro personaje empieza en nivel uno y controla uno de los cuatro poderes básicos del juego: fuerza, velocidad, poder psíquico y poder elemental. También posee cierta habilidad en los otros poderes, lo que se traduce en valores de atributos que se utilizarán para resolver las misiones. Al comienzo de la partida cada jugador (de 2 a 4) recibe su héroe cuatro cartas de ayuda, y cuatro puntos de estamina. 


A continuación se ponen en el centro de la mesa cinco cartas de misión que tienen un valor diferente que luego se convertirán en puntos de victoria y unas pistas sobre los atributos que serán necesarios para resolverla. Ya comienza lo interesante porque alguna de esas pistas puede ser falsa y puedes ir a una misión que crees que podrás superar y luego resulta que hay que emplear un atributo que no posees o en el que eres muy débil. Una vez colocadas las misiones hay que pujar por ellas. La puja es sencilla: se coloca una carta de ayuda en una misión, cuando todos hayan terminado de pujar se revelan y se comparan los valores de prestigio que tienen impresas las cartas. El que haya puesto el valor más alto se lleva la misión. Si hay empate se vuelve a pujar por la misma carta. Cuando todos tengan la suya se pasa a resolverlas. En este momento se gira la carta se elige una de las dos opciones que suelen traer para resolverlas. Estas opciones muestran el atributo o atributos que se deben emplear y el número de éxitos. Se lanzan tantos dados como el valor de atributo que corresponda al nivel del héroe en ese momento y se obtienen éxitos con 5 y 6. Es el momento de las cartas de ayuda que tienes varios usos: volver a tirar dados, añadir dados, sumar uno a un dado, etc. Aquí viene otra de las partes interesantes del juego. Se puede negociar con otro jugador para que te ceda sus atributos y los sumes a los tuyos a cambio de repartir las recompensas. Esta fase del juego es divertidísima y se puede ver como al principio hay buen rollito pero luego vienen las puñaladas traperas. Todo un espectáculo. Si se supera la misión te llevas las recompensas, en forma de puntos de experiencia y de cartas de ayuda. Los primeros sirven para subir de nivel y las segundas para las pujas y las tiradas de atributo. Además te quedas con la misión, que es la que da puntos de victoria. 


Hay que añadir que las misiones son de diferentes colores que representan diferentes tramas. Si se tienen más de tres de un mismo color al final de la partida los puntos de victoria se incrementan. El juego posee algún detalle más pero creo que lo fundamental ha quedado reflejado. Si queréis saber algo más sobre él no dejéis de ver el vídeo explicativo del propio autor que tenéis en el canal de Análisis Parálisis.

La ganadora fue, para variar, Eva. Solo espero que no se le suba a la cabeza.


Después probamos otro de sus prototipos, Dice Driven, un juego de carreras de coches, muy sencillo, con pequeños componentes que caben en cualquier sitio, vamos, lo que viene siendo un pocket game. 

Cada jugador controla un coche que compite en un circuito que se va construyendo a medida que se va avanzando colocando unas cartas robadas al azar de un mazo. Para avanzar cada jugador debe escoger un número de dados que viene marcado por su coche y el estado en el que esté. Puede elegir entre dados de motor, de maniobra y de nitro. Los lanza todos y compara los resultados obtenidos con los requisitos para avanzar del trozo de circuito en el que esté. Agrupando los resultados podría llegar a avanzar más de una casilla. Hay que meditar algunas decisiones porque los adelantamientos y malas maniobras pueden producir accidentes que dañas los coches. Solo jugamos algunos turnos, suficientes para ver como iba. No me entusiasmó demasiado, le vi alguna cosilla que no me terminaba de encajar, por ejemplo, hubo varios turnos en los que algunos coches no pudieron avanzar. Que un coche no pueda avanzar en una carrera de coches choca un poco. El propio Rod era consciente de ello y tenía en mente la solución: reducir los requisitos de avance. Otra cosa que no terminaba de ver es que tu coche podía perder sus neumáticos o carrocería y al turno siguiente se reiniciaba, con poco coste (perder un dado), no terminaba de verlo. De todas formas habrá que ver el resultado final, seguro que queda fantástico.



Poco tiempo más quedaba de festival, almuerzo y algunas compras. Para rematar la faena cayo otro conocido por mi: Infiltration. A mi me gusta este juego porque me encanta el universo Android y el juego es sí funciona bastante bien. Al resto de compañeros también le gustó bastante. Dos partidas echamos y con esto dimos por concluido el Festival.




Cada año lo disfruto más, probar novedades y protos es lo mejor. Saludar a los jugones es igual de fantástico, así que espero poder coincidir con todos el año que viene.

Seguid jugando.




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