viernes, 21 de noviembre de 2014

Death Angel. Space Hulk. Una reseña "Spacemarinada"

Para los que no hemos podido hacernos con una copia del magnífico Space Hulk nos queda el consuelo de poder echar unas partiditas a un hermano menor que viene de la mano de FFG y Edge y con el sello de Corey Konieczka, que sabe muy bien coger juegos que ya disfrutan de éxito y son bastante buenos, darle una vuelta de tuerca, rediseñarlos y sacar un producto excelente, como Descent 2 y Eldritch Horror, mejores incluso que sus predecesores según muchos (en el caso de Eldritch no es mi opinión).

Aquí, en Space Hulk Death Angel, lo vuelve a conseguir y crea un muy buen juego que proporciona una experiencia muy entretenida con escasos componentes: un buen puñado de cartas, muy poquitas fichas de cartón y un solo dado de seis caras. Algo que destacaré es su modo solitario, que es buenísimo, de los mejores solitarios que he jugado, junto con Gears of War (también de Corey).



El juego

Nos ponemos al mando de un grupo de marines que se adentran en un descomunal pecio espacial para eliminar la amenaza xeno encarnada por los odiosos genestealers. Se trata de un juego cooperativo en el que cada jugador se pone al mando de uno o más (depende del número de jugadores) escuadrones de marines espaciales de la legión de los Ángeles Sangrientos, formados por dos marines espaciales. La misión y el objetivo del juego es recorrer diferentes secciones del pecio espacial y llegar al final con vida, una tarea harto difícil que puede llegar a frustrar un pelín. Así es, el juego es bastante difícil. Enfrente tendremos las hordas de genestealers que no nos dejarán respirar ni un momento apareciendo tras cualquier esquina o surgiendo de un conducto de ventilación oculto en una pared. La coordinación entre jugadores y que acompañe la suerte con el dado se vuelven esenciales.

Componentes
Space Hulk Death Angel es un juego de cartas, todo está representado por cartas: los marines espaciales, los genstealers, los terrenos, las secciones del pecio, etc. Las cartas son las habituales de tamaño americano estándar de una buenísima calidad, la acostumbrada en los productos de FFG y Edge. Las ilustraciones son magníficas y desde luego reflejan fielmente el universo Warhammer 40k. Por otro lado tenemos unos pocos contadores de cartón de buena calidad y un dado de seis caras personalizado.


Mecánica de juego

Tras la preparación inicial en la que se distribuyen los marines en una formación lineal y se preparan las secciones del pecio junto con las diferentes cartas de terreno y los enemigos iniciales el juego discurre en una serie de fases en las que se divide el turno.


Básicamente lo primero que hay que hacer es elegir una de las tres cartas de acción que se tienen para que se resuelva en ese turno. Este es el momento cooperativo y estratégico del juego. Hay que hablar y ponerse de acuerdo para elegir las mejores acciones para la situación actual, poniendo mucho cuidado en no olvidar que dichas acciones se resuelven en un orden determinado y que la acción que se elija un turno no puede elegirse en el turno siguiente. Es en esta fase donde está la gracia del juego porque cada jugador se debate en una lucha interna por ayudar a sus hermanos marines y procurar su propia supervivencia. Esto asegura momentos de gran tensión durante la partida.


Después de resolver las acciones los genstealares atacarán y es bastante probable que hagan una auténtica escabechina, por lo que el anterior paso de acciones es vital para llegar a este punto en las mejores condiciones.


Finalmente se resuelve un evento que provocará la aparición de más enemigos y que estos se muevan, amén de alguna otra circunstancia que puede ser perjudicial o beneficiosa (las menos).



Todas estas fases son bastante simples, incluyendo el combate con lo que cada turno es bastante ágil y proporcionan un ritmo adecuado a la partida. Tal vez la de decidir que carta de acción elegir se vuelva algo pesada cuando hay muchos jugadores, pero como contrapartida ofrece auténticos momentos de "tension is in the air" cuando algún compañero no hace lo que todos, o algunos, esperan de él.

Opinión

Corey Koniczka ha conseguido de nuevo hacer un muy buen juego tomando otro ya existente y reformulándolo. Para los que le gusten los juegos fuertemente temáticos, como es mi caso, Death Angel cumple con todas las espectativas. Contiene la esencia de Space Hulk, pero con un giro de tuerca, todos los jugadores se ponen en la piel de un único bando: los marines espaciales. El espíritu cooperativo se nota tanto como en cualquier cooperativo clásico o más, yo lo compararía con Gears of War en este sentido. La dinámica de cada turno es muy sencilla, lo que se agradece mucho, aunque la toma de decisiones a la hora de elegir las cartas de acciones puede discurrir con toda normalidad o convertirse en fuente de "pieques" memorables entre los jugadores. Toda una experiencia en un cooperativo. Las malas decisiones de un jugador pueden dar un giro dramático a los acontecimientos. 


También destacaría el modo solitario. Encontrar un juego al que puedas jugar solo y que realmente funcione no es fácil y en este sentido el autor lo ha bordado con este juego. Death Angel es un magnífico juego para echar ese rato en casa en el que te dejan un momento libre.

A nivel artístico es fantástico, grandes ilustraciones muy inmersivas en la temática.

El punto malo que le daría es la dificultad. Es bastante alta siempre y el aprender a jugar bien no garantiza que puedas lidiar con ella con garantías. Pero es que se trata de un Space Hulk de cartas, que tu escuadrón sucumba a las hordas genstealers es lo más normal del mundo.

En conclusión, gran juego, muy entretenido e ideal para jugar en solitario.

Seguid jugando.

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